Los Wallbox o puntos de recarga son equipos que permiten cargar de forma segura las baterías de los vehículos eléctricos o vehículos híbridos enchufables. La carga mediante estos equipos permite mantener en perfecto estado las baterías de los vehículos, aumentando así su vida útil. Esto se consigue a través de un conector (maguera) que mantiene en comunicación constante el vehículo con el cargador, permitiendo así aumentar, disminuir e incluso interrumpir la carga si aparece alguna anomalía en la electricidad que recibe el cargador o en algún componente del vehículo.
Los puntos de recarga además pueden permitir procesos de carga semi-rápido, tanto en instalaciones eléctricas monofásicas como trifásicas, consiguiendo tiempos de recarga claramente inferiores respecto a la carga con en modo 1 o 2 (con un enchufe convencional Schuko). Para más información podéis consultar ¿Como puedo recargar mi coche eléctrico?
El tamaño de un equipo de recarga doméstico es similar a una caja de zapatos, que se instala generalmente en la pared, aunque también se puede instalar en un poste si nose dispone de ninguna pared o pilar donde poder fijar el cargador. El punto de recarga incluye un conector (manguera) o una toma hembra que se adapta a las especificaciones del vehículo, la mayoría utiliza el de Tipo 2 -Mennekes (europeo) y en casos concretos el de Tipo 1- SAE J1772 (japonés).
Los equipos de recarga se pueden instalar tanto en interiores como en exteriores, en garajes particulares o comunitarios, en domicilios o en empresas. Existen soluciones para cada caso concreto.
¿Qué tipos de wallbox existen?
En el mercado concurren muchas empresas que fabrican equipos de recarga, como Wallbox, Policharger, Circutor, Orbis, ABB, EVBox, Schneider, Simón, etc. Algunas marcas de vehículos de lujo también tienen sus propias marcas de cargadores (Porsche, Tesla, etc.).
Existen cargadores para instalaciones eléctricas monofásicas y cargadores para instalaciones eléctricas trifásicas. Las instalaciones eléctricas monofásicas son las existentes en la práctica totalidad de viviendas particulares de pisos y casas pequeñas. Las trifásicas son las que podemos encontrar en empresas y en viviendas de alto standing, que por sus características o funciones requieren un suministro eléctrico mayor. En una instalación eléctrica monofásica, únicamente podremos instalar un cargador monofásico, mientras que en una instalación trifásica podremos escoger entre instalar un cargador monofásico o trifásico.
Los cargadores monofásicos pueden cargar a un máximo de 7,4 kW y los trifásicos a 22 kW. Ahora bien, cabe recordar que la potencia final de recarga estará limitada no solo por la capacidad del cargador si no también por la potencia eléctrica contratada (si tenemos una potencia contratada de 4,6 kW y la caja de carga permite hasta 7,4 kW, la caja cargará como máximo la potencia contratada, o sea, a 4,6 kW) y el inversor del vehículo eléctrico (a mayor potencia del inversor, mayor será la velocidad de recarga). Para más información ver ¿Cuánto tiempo puedo tardar en cargar un coche eléctrico en casa?
¿Qué prestaciones tienen los equipos de recarga?
Los equipos más sencillos, que también son los más económicos, inician el proceso de carga cuando se enchufan al vehículo. Ahora bien, existen modelos que incluyen prestaciones más avanzadas como las siguientes:
- Control de acceso (mediante tarjeta, llave, PIN o APP): es un sistema que permite bloquear el acceso al punto de recarga para que solo nosotros, o las personas con acceso, lo podamos utilizar. Esta prestación se suele instalar en garajes comunitarios o empresas. La mayoría de equipos incluyen esta prestación.
- Control dinámico de potencia: el cargador es capaz de medir los consumos de la vivienda o la empresa y solo traspasar al vehículo el sobrante de energía (lo que se denomina balanceo de carga). De esta manera se asegura que no se produzcan cortes de luz en casa o en la empresa por el proceso de recarga del vehículo eléctrico, ya que nunca se sobrepasa la potencia contratada.
- Programables: son cargadores que permiten definir unas franjas horarias de recarga. O sea, aunque el cargador esté enchufado en el vehículo no se iniciará el proceso de recarga hasta que empiece el horario previamente establecido. Esta prestación es muy interesante para el ahorro, ya que nos permite adaptar los tiempos de carga a la franja horaria donde la electricidad nos resulta más económica, según nuestro contrato.
- Recogida y transmisión de datos: existen modelos que recogen y transmiten datos de los consumos, que se pueden consultar mediante una APP. Estos dispositivos permiten hacer un seguimiento de los consumos y del proceso de carga de la batería. Se utiliza sobre todo en instalaciones comunitarias para repercutir los costes de carga.
- Funciones de gestión mediante un Open Charge Point Protocol (OCPP) los equipos más avanzados permiten ivincular el cargador a alguna de las plataformas de software para disponer de funciones de prepago y gestión colectiva dentro de un entorno colectivo (bien sea una finca de propietarios o una empresa).
- Cargadores antivandálicos: están construidos en aluminio generalmente para evitar que tanto la climatología como comportamientos violentos puedan dañar con facilidad el punto de recarga.
- Gestión integrada con instalaciones fotovoltaicas: muchos fabricantes ya permiten disponer de cargadores que pueden cargar únicamente con el excedente eléctrico generado en una instalación fotovoltaica. De esta manera podemos optimizar una instalación fotovoltaica doméstica.
¿Cómo funcionan?
El funcionamiento estándar es que una vez aparcado y apagado el vehículo, se le conecta el cable del equipo de carga (manguera), como si fuésemos a cargar gasolina. Una vez cerrado el vehículo, la manguera queda bloqueada y no se puede extraer hasta que se abra el vehículo.
El proceso de carga se iniciará inmediatamente o quedará en modo de espera hasta que se inicie el horario previamente programado, según el modelo de equipo de carga. No hace falta que nos esperemos mientras se carga el vehículo, el proceso es autónomo equivalente a la carga de un teléfono móvil.
Para desconectar el equipo solo hay que abrir el coche. De todos modos, se recomienda seguir las instrucciones establecidas por el fabricante del vehículo y el cargador, garantizando de esta manera un buen uso.
En relación con los consumos, en el caso que el cargador esté vinculado a un contador propio, el gasto quedará integrado en la factura mensual. Si el cargador está vinculado a un contador comunitario es importante que la Comunidad de Propietarios acuerde antes de la instalación de los equipos de recarga la aplicación informática de gestión de consumos y pagos que utilizará, ya que los usuarios deberán instalar cajas de recarga dotadas de sistemas inteligentes de recogida y transmisión de datos, que se tendrán que vincular a la aplicación informática acordada por la Comunidad y que permitirá gestionar de forma automática el pago seguro de la energía que el usuario consuma.
¿Puedo instalar yo mismo un equipo de carga?
La legalización de la instalación de los equipos de recarga es obligatoria. Por lo tanto, el proyecto y la instalación de los equipos de recarga deben ser realizados por empresas inscritas en Registros oficiales, como Serenovables, que puedan emitir el Certificado de Instalación Eléctrica (boletín) ITC-BT-52 (BOE-A-2014-13681).