El modo de carga es la manera en la que el vehículo eléctrico se alimenta de la red eléctrica para recargar sus baterías. Según el nivel de comunicación existente entre el vehículo y la infraestructura de carga y el control que se puede tener, tenemos diferentes modos de carga. Si te estás planteando comprar un vehículo eléctrico o un vehículo híbrido enchufable debes saber que existen 4 modos de recarga estandarizados:
Modo 1: Toma de corriente clásica
Este sistema consiste en conectar un enchufe convencional a nuestro vehículo de baja potencia, como por ejemplo un patinete o una bicicleta eléctrica. Dado que este sistema no incluye ningún elemento de seguridad ni de control de potencia no se puede utilizar en vehículos de mayor potencia -como motos, coches, furgonetas eléctricas, etc.-, para estos vehículos los modos de recarga que se tienen que utilizar son: el Modo 2 (enchufe convencional), el Modo 3 (sistema con vinculación vehículo-cargador) o el Modo 4 (sistema con vinculación vehículo-cargador en corriente alterna), según proceda.
Modo 2: Toma de corriente clásica + adaptador
Este sistema consiste en la conexión de un cable específico -equipado con un sistema de protección y un interruptor del diferencial- a un enchufe convencional.
Este tipo de recarga solo funciona en instalaciones eléctricas monofásicas y se realiza con corriente alterna, a un voltaje de 230V y a una potencia máxima de 3,7kW. Por lo tanto, es un sistema de carga lenta ya que según el tipo de vehículo el tiempo de recarga puede oscilar entre las 8 horas en vehículos híbridos enchufables, a las 45 horas en vehículos grandes o tipo SUV, con una batería de 90kW. Tenemos un post del blog donde comentamos ¿Cuánto tiempo puedo tardar en cargar un coche eléctrico en casa?
El Modo de recarga 2 es adecuado para motos eléctricas, coches híbridos enchufables y algún coche eléctrico con una batería pequeña como cuadriciclos. En el caso de vehículos eléctricos o híbridos enchufables de mayor potencia el uso de este sistema solo se recomienda de forma esporádica o en caso de emergencia, ya que la toma eléctrica podría sufrir un sobrecalentamiento al no estar preparada para proporcionar durante tantas horas el máximo de su potencia.
Modo 3: Wallbox
Este sistema consiste en la instalación de un equipo de recarga o Wallbox exclusivo para la recarga de vehículos eléctricos o híbridos enchufables (motos, cuadriciclos, coches, furgonetas, etc.).
Esta recarga se realiza con corriente alterna y se puede utilizar tanto en instalaciones eléctricas monofásicas como trifásicas. Este sistema tiene dos características añadidas al Modo 2: permite una comunicación constante entre el vehículo y el cargador, pudiendo aumentar o disminuir la potencia de carga e incluso parar la carga para proteger el vehículo, y además permite disminuir en gran medida los tiempos de recarga respecto a un cargador de modo 2. Siguiendo el ejemplo anterior, el tiempo de recarga se reduce en vehículos grandes o tipo SUV a 14 horas en instalaciones monofásicas cargando a 7,4 kW o a 5 horas en instalaciones trifásicas cargando a 22kW.
En este modo de recarga se necesita incluir un conector (manguera) que se adapta a las especificaciones del vehículo eléctrico, aunque la mayoría utiliza el de Tipo 2 Mennekes(Europeo) y solo casos concretos el de Tipo 1 SAE J1772 (Japonés).
Este modo es el más habitual y recomendado para la recarga diaria de nuestros vehículos eléctricos e híbridos enchufables de manera segura, al disponer de comunicación constante entre vehículo y cargador. Además, la carga mediante estos equipos permite mantener en perfecto estado las baterías, al utilizar potencias de carga perfectamente asumibles para la química de las baterías de los vehículos, aumentando así su vida útil. En Serenovables aplicamos este sistema para cargar coches eléctricos en casa, ponte en contacto con nosotros para realizar la instalación.
Modo 4: Punto de recarga en electrolineras
Este modo de recarga es el que se conoce popularmente como “punto de recarga rápido”. En este caso, la recarga se realiza con corriente continua a través de la conversión que realiza el inversor de alterna a continua que incorpora. Estos puntos de recarga suelen instalarse por empresas o administraciones en sitios públicos, dado que su alto coste y los requisitos normativos de la instalación limitan su uso.
En este caso el conector está incorporado al punto de recarga y las recargas son de un mínimo de 50kW por lo que en media hora se puede recargar el 80% de la batería de nuestro vehículo. Como la inyección de energía es tan alta, no se puede abusar de este sistema de carga ya que con el tiempo podría dañar la batería del vehículo y disminuir su vida útil.
Este tipo de cargadores, al utilizar corriente continua (la misma con la que se almacena la energía en la batería), permite conocer el nivel de carga al que se encuentra la batería en cada momento, así como todo tipo de parámetros.
En resumen, si al final optas por la compra de un coche eléctrico o un híbrido enchufable lo óptimo es que instales en tu garaje un punto de recarga Modo 3, sabiendo que en caso de emergencia puedes utilizar el Modo 2 (con un enchufe convencional), o también los puntos de recarga de Modo 4 (cargadores rápidos en corriente continua) cuando realicemos largos desplazamientos.