En el momento de valorar qué coche eléctrico comprar, además de analizar las necesidades funcionales y estéticas que debe cubrir, debes tener en cuenta algunos factores importantes que están relacionados con la batería del vehículo.
Según el uso que le demos al coche eléctrico
El factor más importante es determinar la capacidad de batería que necesitamos. Por ello es preciso conocer el kilometraje que vamos a realizar de manera diaria y si vamos a efectuar viajes largos de manera frecuente o no. Esto marcará la cantidad de batería que necesitamos comprar, que es el factor que más impacta en el precio del vehículo. Concretamente, tenemos que concretar:
- Si lo vamos a utilizar diariamente de forma intensiva (como taxistas, comerciales, etc.), en este caso necesitamos que el coche eléctrico tenga una toma de carga rápida y que sea capaz de hacer 300 km por vías rápidas entre recargas. Si podemos llegar por presupuesto a un coche con arquitectura de 800 V nos permitirá realizar recargas muy rápidas entre tomas, lo que nos puede ayudar en distancias muy largas.
- Si, por el contrario, es un segundo coche o un vehículo que utilizamos únicamente para ir al trabajo diariamente, una opción de pequeña batería sin carga rápida será suficiente, pudiendo optar incluso por modelos menos recientes o con varios años de uso y un precio menor.
Recomendamos comprar un vehículo con un 30% adicional de autonomía respecto a la necesidad diaria, para que esta se pueda cubrir sin ningún tipo de problema a medida que la batería se vaya degradando con el paso del tiempo.
En caso de que no se disponga de un punto de recarga en el domicilio o en el trabajo, se debe calcular la autonomía del vehículo en relación con la previsión de los días de recarga ya que, en caso contrario, resultará engorrosa la gestión del propio vehículo.
Según la climatología
Aparte de la capacidad de la batería, otro factor a tener en cuenta es la climatología donde residimos. En climas fríos las baterías sufren más y, por ejemplo, es interesante que el vehículo tenga un sistema de calefacción por bomba de calor, ya que es mucho más eficiente que un sistema tradicional de resistencias eléctricas. Y en climas extremos – muy fríos o cálidos — necesitamos que el coche incluya un sistema de refrigeración y calefacción de la batería, porque optar por vehículos que no lo tengan puede disminuir de manera mucho más rápida su vida útil.
Finalmente, otro factor importante a considerar, sobre todo si es un vehículo con el que se van a recorrer muchos kilómetros diarios, es la potencia a la que es capaz de recargar el vehículo para que podamos realizar el proceso en las horas en las que el coche esté parado, bien sea durante el trabajo o en el domicilio.